Digestión

Nuestro organismo lleva a cabo distintos procesos para mantener todas las funciones motoras estables. Uno de ellos es la digestión, a través del cual se transforman los alimentos en energía. Por esta razón es uno de los más importantes, es decir, que nuestra salud depende de la alimentación,

Proceso digestivo

Para describir un poco más, se trata de un proceso mediante hidrólisis que transforma los alimentos en nutrientes que alimentan al organismo. Por lo tanto está ligado directamente con lo que ingerimos y cómo lo hacemos. Pues, al contrario de lo que se cree, el proceso inicia en nuestra boca y no en el estómago. Un bocado de comida se mastica y mezcla con saliva, se comprime y se dirige al esófago. A través del tubo digestivo se descompone el alimento, se degrada y se absorben los nutrientes.

Mantener una buena digestión es sinónimo de salud

Es de gran importancia permitir al organismo realizar una buena digestión, y eso solo está en nuestras manos. Para sentirte ligero, energético y con ganas de realizar todas tus tareas diarias debes ayudar al que el proceso se cumpla con la mayor normalidad posible. Por eso debemos tener en cuenta algunos aspectos. La hora de la comida debe ser un espacio de tiempo lo suficientemente amplio como para que no estés estresado. Masticar bien, salivar los bocados, consumir raciones de comida razonables, son algunos consejos a seguir.

En algunas ocasiones puede ralentizarse el proceso, para prevenirlo no se debe ir a dormir inmediatamente después de comer. Debes esperar al menos dos horas. Actualmente vemos muchos alimentos procesados, sus componentes y aditivos no son recomendables. Incluye en tu dieta frutas y verduras, tu aparato digestivo lo agradecerá. Algunos alimentos como el yogur, las cebollas, las fresas, las manzanas… son ricos en fibras y antioxidantes que te proporcionarán un equilibrio en tu sistema digestivo.

Otros alimentos como los ricos en grasas, alcohol o cafeína tienen inconvenientes, como por ejemplo la alta probabilidad de causar inflamación, ardor o acidez. Se recomienda reducir su ingesta o desterrarlos por completos si es posible.

Consecuencias de un mal proceso digestivo

Mantener malas prácticas alimenticias, aunque muchos no lo crean, causa severos problemas en el aparato digestivo. Si no se corrige más adelante puede poner en riesgo otros procesos u órganos de nuestro cuerpo.

Cuando no se tiene una buena digestión o se ingieren alimentos no aptos, se desencadenan algunas consecuencias para el organismo. Entre ellas, una mala asimilación de proteínas lo que puede causar alergias. De igual forma, las grasas e hidratos no se absorben bien y se puede dar lugar a un déficit de ácidos grasos y vitaminas. Adicionalmente, otros padecimientos que se pueden desarrollar son la diarrea, debilidad por falta de nutrientes, niveles inadecuados de enzimas.