La sopa a la castellana, es una de las recetas más conocidas en el mundo gastronómico, nuestras abuelas seguro, son las expertas en prepararla. Este plato proviene de España. Sus ingredientes son básicos y fáciles de conseguir, además, su preparación no es tan complicada. En este artículo, te enseñaremos a preparar la exquisita sopa castellana.
¿De dónde proviene la sopa castellana?
En primer lugar, la sopa castellana, es un plato típico de Castilla y León (España). Su delicioso sabor particular, la hace símbolo de identificación rural.
Esta sopa, fue creada a mediados de la posguerra, puesto que los habitantes, no tenían suficientes recursos económicos y que el país apenas estaba levantándose de la crisis. Según la historia, las mujeres españolas aprovechaban el pan que sobraba un día antes, y lo agregaban a la preparación, por esa razón, este plato lleva muy pocos ingredientes para su preparación.
Por lo general, España es conocida por su majestuosidad de los lugares turísticos, la cultura y sobre todo por la variedad de cremas y sopas, que puedan ofrecer en un menú gastronómico.
Este maravilloso plato, puede ser el aliado ideal para las temporadas frías como el invierno. Por otra parte, la sopa castellana suele ser un platillo tradicional para servir en semana santa, ya que dentro de sus ingredientes no existe algún tipo de carne.
Sin embargo, hoy por hoy, la receta original ha cambiado un poco los elementos o ingredientes para su preparación, es decir, el sabor depende del contenido de tu preferencia.
Lo mejor de esta deliciosa sopa castellana o sopa de ajo, es que los ingredientes que se usan, son sumamente fácil de conseguir, de hecho, puede que ya los tengamos en nuestra dispensa. Ahora bien, luego de conocer el origen de este plato, procedemos a realizar la respectiva elaboración.
Ingredientes que utilizaremos (Para 4 personas)
Ocho dientes de ajo.
Entre 6-8 rodajas de pan de pueblo. (Preferiblemente, del día anterior)
1,5 litros de caldo de pollo.
Pimentón dulce.
200 gramos de jamón serrano.
3 -4 huevos (uno por persona)
80 ml de aceite de oliva extra virgen
Sal y pimienta al gusto
Modo de preparación
Primeramente, para hacer esta riquísima receta, debemos de hacer un caldo de pollo. Posteriormente, pelamos y luego cortamos los ajos, preferiblemente en laminitas gruesas
En una cacerola u olla, ponemos a sofreír los ajos, es importante que no dejes dorar tanto los ajos, para que ellos no agarren un sabor agrio. Después, de verificar que están los ajos, al punto que deseamos, retiramos del fuego.
Luego, en ese mismo aceite añadimos las rodajas de pan, estos absorberán el sabor de ajo. Además, también añadimos el pimentón dulce y nuestro jamón serrano, pendientes que no se nos quemen.
Seguidamente, luego que los trozos o rebanadas de pan hayan absorbido la mezcla de sabores y se encuentre rehogado, incorporamos el caldo de pollo anteriormente elaborado, también arrojamos nuevamente los ajos a la sopa. Continuamente, dejamos reposar por unos 15 a 20 minutos.
Por último, rompemos los huevos y dejamos que ellos mismos se cocinen dentro de la sopa. Debemos apagar el fuego y tapar. Esperamos que este a buena temperatura, para poder servir y degustar este magnífico plato español.
Hay personas que no les gusta la sopa castellana con huevos, por esa razón puedes eliminarlos de la lista de ingredientes. Lo mismo pasa, con el jamón serrano, puedes reemplazarlo por chorizo. ¡Todo queda a tu decisión!
Sin duda alguna, esta receta es ideal para toda persona que este corta de tiempo o de ingredientes en su casa. Sin embargo, su sabor es inigualable y por esa razón, es un plato tradicional, digno de la región española. Si no la has probado, te invito a que te dejes llevar por esta maravilla.