¿Qué hacer cuando has tenido sexo sin protección? Los accidentes ocurren en cualquier momento: el condón se rompe, el diafragma se resbala, o tú, imprudentemente, te entusiasmas y olvidas protegerte. Pero no te aterres. Aquí tienes una guía con todo lo que debes saber para evitar un embarazo y una enfermedad sexual, aun después del inquietante incidente.
¿Qué hacer cuando has tenido sexo sin protección?
Hay pocas cosas alteran más que despertarte una mañana y recordar que tuviste sexo sin protección la noche anterior. Si no has experimentado ese problema, es muy probable que lo experimentes, ya sea porque el condón se rompió o porque estabas tan entusiasmada, que tiraste la precaución por la ventana. En realidad, las meteduras de pata de cama ocurren con alarmante frecuencia. Una investigación del Group Health Cooperative, es una organización sin fines de lucro para el cuidado de la salud, reveló que en un período de tres meses, 19% de las mujeres tuvieron un deslizamiento o rotura del condón. Y tu médico probablemente no te ha preparado para eso. Otro estudio, esta vez realizado por la Kaiser Family Foundation, mostró que sólo 25% de los ginecólogos hablan regularmente con sus pacientes sobre qué hacer ante una emergencia anticonceptiva.
Si te ves en esa situación, no pierdas tiempo maldiciéndote por no haber sido más cuidadosa. Para evitar que tus temores se hagan realidad, tienes que actuar ¡ya! Lo mismo si te preocupa un embarazo que una enfermedad de transmisión sexual (ETS), o ambas cosas, nuestra guía te sacará del aprieto. Arranca estas páginas y ponías en tu mesita de noche… por si acaso.
A la mañana siguiente
Llama a tu ginecólogo y pídele una receta para un anticonceptivo de emergencia. Y a no ser que estés segura de que tu pareja está libre de ETS, haz dos citas para una prueba: la primera en una semana, la otra en tres meses.
Plan para prevenir el embarazo
La clave para evitar un embarazo no planificado es actuar rápidamente. A la mañana siguiente de haber tenido sexo sin protección, no te pierdas ni un solo minuto. Llama a la carrera a la farmacia (o a tu ginecólogo en caso de que necesites una receta) para conseguir un anticonceptivo de emergencia.
El anticonceptivo de emergencia (AE) es una dosis más alta de las mismas hormonas que se hallan en las píldoras regulares para el control de la natalidad y, según lo que ocurra en tu cuerpo, su función es impedir que el ovario libere un óvulo, evitar que un óvulo ya liberado se fertilice, o hacer que un óvulo ya fertilizado no se implante en el útero. Estos medicamentos pueden tomarse hasta 120 horas (5 días) después del sexo sin protección, dice Charlotte Ellertson, presidenta de Ibis Reproductive Health, una organización sin fines de lucro con sede en Massachusetts. Pero lo ideal es tomarlo dentro de las 24 horas siguientes al desliz, ya que es más efectivo.
Hay dos marcas diferentes de las llamadas píldoras de la mañana siguiente: Preven y Plan B. Pero éstas no son tus únicas opciones de anticoncepción de emergencia: tomar una combinación específica de píldoras regulares dentro de un tiempo determinado también puede prevenir el embarazo, igual que lo evita un DIU de cobre si te lo insertan dentro de los siguientes siete días. Para saber qué anticonceptivo de emergencia es mejor para ti, consulta la tabla que aparece en la página opuesta.
Protegerme de las enfermedades de transmisión sexual
La simple idea de contagiarte con cualquier enfermedad de transmisión sexual es tan perturbadora, que es muy probable que sientas el impulso de cruzar los dedos, desear lo mejor y tratar de borrar de tu mente que cometiste el error de no usar protección. Pero resiste esa tentación, por muy fuerte que sea. Aun cuando pienses que es demasiado tarde, la realidad es que hay muchas cosas que puedes hacer para que tus temores no se hagan realidad.
A no ser que tú y tu pareja sean completamente monógamos, se hayan hecho pruebas recientes y tengan la seguridad de estar libres de todo tipo de enfermedades, lo primero que deben hacer es tener una conversación franca y serena acerca del historial sexual de ambos.
Hay dos preguntas en particular que no debes dejar de hacerle: “¿Te han diagnosticado alguna vez con una enfermedad de transmisión sexual?” y “¿De qué enfermedades de ese tipo te has hecho pruebas, y cuan recientemente te las hiciste?” Si no conoces muy bien a tu pareja, probablemente sentirá cierta incomodidad al hablar contigo sobre estos temas, pero es imprescindible que lo hagan.
También es importante que tú le confieses a él si alguna vez has pasado por una enfermedad de transmisión sexual. Sí, ya sabemos que es embarazoso, pero piensa en lo terrible que sería que no le dijeras nada, y dejaras que corriera el riesgo, no sólo de contagiarse, sino también de contagiar inconscientemente a otras personas.
Supongamos que él te asegura que está en perfectas condiciones de salud y que no tienes por qué preocuparte. Pues bien, aun así debes hacerte las pruebas. Aunque no tenga la menor intención de engañarte, es posible que tenga alguna enfermedad contagiosa y no lo sepa, porque todavía no se le han presentado los síntomas. Hasta el 79% de la gente que está infectada con chlamydia no presenta síntomas específicos, advierte el Dr. Peter Leone, como profesor de medicina en la Universidad de Carolina del Norte, en Chappel Hill. “Y hasta 90% de los que tienen herpes no saben que lo tienen”.
Y algo más: ¿ qué pasa si él, efectivamente, te miente sobre su historial médico? Esa es otra posibilidad más común de lo que crees. Una reciente encuesta llevada a cabo por el Foro Internacional para el Control del Herpes descubrió que 30% de las personas que saben que padecen de herpes genitales no se lo dicen a sus parejas. De manera que llama a tu ginecólogo de inmediato y haz dos citas para hacerte las pruebas que detectan enfermedades de transmisión sexual. La primera cita debe ser dentro de la semana siguiente tras haber cometido el “delito”, y la segunda, tres meses después. Motivo: Las enfermedades de transmisión sexual se manifiestan en diferentes periodos de tiempo, explica el Dr. Leone.
Eso sí: no vayas a concertar las citas para las pruebas antes de las fechas indicadas, ya que pudieras obtener un resultado falsamente negativo. En el recuadro de la derecha podrás ver cuál es el mejor momento para detectar las diferentes enfermedades de transmisión sexual.
Finalmente, para que no vuelva a ocurrirte lo mismo en el futuro, mantén siempre a mano una buena provisión de condones (el recuadro Errores comunes con el condón, a la derecha, te ayudará a reducir los riesgos de roturas u otros fallos). A todas nos quema la pasión, pero la próxima vez que te encuentres en una situación tan candente, que las últimas palabras que quisieras oír son sexo seguro, recuerda el dolor de cabeza que tendrás después si no te detienes ahora a buscar la protección adecuada.
¿Qué test tomarme?
A la semana: Chlanydia, gonorrea y trichumonlasis
Estas tres ETS son muy comunes y a menudo no tienen síntomas, pero pueden dañar tu salud sexual si no se detectan. Las pruebas para la gonorrea y la chlamydia envuelven un test de orina, o un análisis del tejido vaginal o cervical. Para la trichomoniasis, tu médico te hará una prueba del tejido vaginal. Los resultados están listos en una semana. Pero no te pongas nerviosa, las tres pueden curarse con antibióticos.
A la semana: Hepatitis B
Pídele que te prescriba globulina para la hepatitis B; los anticuerpos te mantienen libre del virus, dice el Dr. Creinin. Empieza a la vez el proceso de vacunación. Si el test que detecta la hepatitis te da positivo (necesitas esperar tres meses para hacértelo), hay medicamentos que te ayudarán reducir los efectos del virus.
A los tres meses: Sifilis
Aunque no lo creas, esta enfermedad (común en el 1800) aún causa estragos. Es una infección bacteriana que si no se detecta puede causar problemas cardíacos, demencia y hasta la muerte. Por suerte, se cura fácilmente con penicilina. Debes hacerte un análisis de sangre tres meses después del sexo sin protección.
A los tres meses: Herpes
El virus del herpes simple 2 causa dolorosas ampollas genitales llenas de fluido. Las ampollas pueden aparecer tan pronto como a los dos días después de la exposición, pero a veces el herpes no tiene síntomas. Si te salen ampollas, ve a tu ginecólogo enseguida; si no tienes síntomas, espera tres meses para hacerte la prueba. Aunque el herpes es incurable, hay medicamentos (como acyclovir) que reducen el riesgo de los brotes y la posibilidad de contagiar a otros.
Después de los tres meses: VIH
La prueba para VIH (el virus que causa el sida) es la más alarmante, pero no debes dejar de hacértela. Aunque no existe cura para el VIH, hay nuevos medicamentos que ayudan a que la gente infectada viva saludable por más tiempo. Para saber si lo tienes, te hacen un análisis de sangre, de orina y de los tejidos de la boca. El resultado puede conocerse desde el mismo día hasta 10 días después, según el tipo de test. Si es positivo, habla con tu médico sobre la terapia, y tal vez necesites ayuda sicológica para aprender a lidiar y a vivir con ese diagnóstico.