Consejos útiles contra la anemia

¿Ha sentido usted fatiga, poca vitalidad, problemas para concentrarse, falta de aire mientras se ejercita, mareos, dolores de cabeza, zumbidos en los oídos o palpitaciones? Si se ha identificado con alguno de estos síntomas puede que usted esté padeciendo de una enfermedad llamada Anemia, que se caracteriza por una disminución de la hemoglobina si se le compara con los valores normales de individuos con la misma edad y género.

¿Cómo puedo saber si estoy anémico?

A simple vista uno de los síntomas característicos de la presencia de la enfermedad es el estado de cansancio y muestras de palidez en la piel. Un examen sanguíneo de laboratorio es el procedimiento indicado, los bajos niveles de hemoglobina sirven como indicadores de la anemia, así que la comparación de los resultados de este parámetro ofrecen herramientas para rastrear el padecimiento y su posterior diagnóstico, valoración y tratamiento.

Algunas de las causas de sufrir esta situación son menstruaciones abundantes, embarazo o enfermedades sangrantes del aparato digestivo; es decir, situaciones en las que existen pérdidas de sangre importantes.

Para deportistas y aficionados a tener una figura ideal es recomendable supervisarse con el doctor, ya que hay muchas posibilidades que aparezca tras una dieta agresiva en donde no se incluyeron los nutrientes necesarios. La causa más frecuente es la falta de hierro. Una alimentación desbalanceada y con poco hierro es una causa probable para el padecimiento de la anemia.

No son comunes los estados avanzados y sólo un pequeño porcentaje de pacientes la padecen. Debido a que los síntomas son difíciles de determinar por su parecido a otras enfermedades, muchas veces el médico debe realizar estudios más completos para diagnosticarla. Resulta crucial que se detecte precozmente para evitar riesgos de deficiencia nutricional y hemorragia.

Clasificación de la anemia

Según los parámetros que los exámenes de laboratorio arrojen sobre la capacidad de producción de glóbulos rojos (eritrocitos). La anemia puede clasificarse en tres tipos:

La hipoproliferación, que consiste en una producción deficiente de la médula ósea.

La eritropoyesis deficiente, caracterizada por la alteración de la maduración de los eritrocitos.

La hemólisis, en donde se evidencia una acentuación de la destrucción de glóbulos rojos.

Recomendaciones para combatir la anemia

Para mitigar los efectos de este padecimiento es recomendable incluir en nuestra dieta diaria los siguientes alimentos:

De origen popular y muy usado está el jugo “3 en 1” preparado con zanahoria, remolacha y naranja, el modo de preparación es muy sencillo, raye crudas la zanahoria y la remolacha y agregue zumo de naranja a la licuadora, vierta una porción de agua al gusto y agregue azúcar con mesura (recuerde que la naranja y la remolacha la contienen). Tómelo un día sí y uno no y verá la diferencia.

Los frutos secos también son una opción, pues el hierro que contienen (especialmente los pistachos) bastan para suministrar los niveles de hierro que el cuerpo necesita.

Otra fruta rica en hierro es el higo cuya cantidad de hierro ayuda a que los glóbulos rojos recuperen sus niveles de hemoglobina.

Si su médico lo considera necesario incluya medicamentos para ayudar en el suministro de nutrientes con valores importantes para combatir la anemia, pueden ser fármacos o productos de manufactura naturista. La cantidad y dosis deben ser estrictamente respetadas según las indicaciones del galeno pues ignorar estas cosas puede ocasionar trastornos serios en el organismo.

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