Las fobias se asocian con las realidades más extrañas que las personas podemos vivir. Estas surgen gracias a la acción de los miedos en nosotros. El terror a algo nos hace actuar de forma extraña. Es decir, las conductas inadecuadas son frutos de miedos, en su mayoría, que nos hacen actuar de forma incorrecta. Tal es el caso de la ripofobia, un miedo particular a las heces pero durante la deposición. Esta fobia hace que las personas sintamos miedo a contagiarnos con las heces mientras las expulsamos de nuestro cuerpo.
Vamos a adentrarnos en este extraño mundo de la ripofobia.
Definición de ripofobia
Dentro de los miedos que los seres humanos podemos sentir está el miedo a las cosas sucias o desagradables. Este miedo nos hace pensar que podemos, de alguna manera, contagiarnos de los mismos y empeorar nuestra condición.
Pero en particular la ripofobia habla de un miedo incontenible a defecar por temor a contagiarnos con la suciedad de las heces. Por supuesto, si nos dejamos llevar por esta fobia podremos tener consecuencias muy graves para nuestra salud.
Pero pasemos a analizar dónde podemos encontrar el origen de esta extraña fobia que afecta a muchas personas.
Origen de la ripofobia
El origen de ésta, como muchas otras fobias, está mayormente en experiencias negativas que viven las personas. En este caso particular experiencias con las inmundicias o desechos de nuestro organismo. Pero al mismo tiempo, son necesidades que debemos cubrir. No podemos dejar de defecar para siempre.
Muchos niños, por ejemplo, pueden sufrir ripofobia. En ellos se origina por experiencias negativas como el estreñimiento. Éste hace que sientan dolor al defecar luego de no poder hacerlo por un tiempo. Provocando así miedo a la defecación.
Sabemos que cuando algo nos molesta tratamos de evitarlo. Más aún, no podemos evitar de por vida la necesidad de evacuar las heces. Esto causaría mayor daño a nuestra salud que lo que la fobia hace a nuestra psique con los miedos.
Si hemos tenido alguna experiencia negativa con la suciedad en general, simplemente tratamos de evitarla. Pero si hemos tenido alguna situación extraña con las heces, no podemos hacer lo mismo. Simplemente perdemos esa batalla antes de empezarla.
La ripofobia es una rama de la misofobia
La misofobia habla en general sobre el miedo a cualquier tipo de inmundicia. Dentro del inmenso mundo de la inmundicia encontramos las heces. Y es ahí donde sale a relucir la ripofobia como el miedo a una determinada forma de inmundicia llamada excremento. En particular este miedo se relaciona con la forma de expulsarlo del organismo, defecar.
Claro está que existe diferencia entre una misofobia general y la ripofobia. Esta se encuentra en los procesos involucrados. Es importante determinar lo que da origen específico al miedo para dar razón de cada fobia particular. Así sucede con la ripofobia.
En una misofobia general no existen procesos que causen el miedo, en su mayoría. Mientras que en la ripofobia el defecar como proceso es una gran causa del temor a las heces. Así es, se le teme al proceso de expulsarla. Al final es ese proceso lo que trataremos de evitar si sufrimos esta fobia.
Sin embargo, a pesar de lo dicho, reconocemos una relación entre ambas. Esta relación ayuda a determinar síntomas y tratamientos. Buscando encontrar las formas específicas de prevenir esta fobia o de tratarla de ser el caso.
Consecuencias
Cada fobia genera daos particulares en nuestras vidas. Estos daos pueden afectar o no nuestro organismo y nuestra salud. En la mayoría de los casos es así. En el caso de la ripofobia se afecta nuestra salud de forma directa. Razón por la cual debemos estar atentos a estos hechos.
- Estreñimiento prolongado. Simplemente evitamos expulsar las heces para no recordar o vivir de nuevo el dolor o sensación negativa del pasado. Este mal genera otras enfermedades a fines como las hemorroides.
- El fenómeno de la ansiedad es evidente como consecuencia de esta fobia. Sentirnos ansiosos y sufrir de verdad cada momento en el que buscamos escapar de evacuar. Por supuesto lo intentamos, pero nos ataca la jaqueca y otros males que acompañan este fenómeno.
- Muchas personas pueden generar con esta fobia daños irreversibles a sus intestinos. Algunos especialistas mencionan la posibilidad de generar hasta un determinado tipo de cáncer como el colorrectal. Asociado a la imposibilidad de defecar.
Disminución de nuestra vida social. Por miedo a quedar en evidencia o a vivir un capítulo ansioso, podemos evitar el estar junto a otros. La ripofobia nos hace disminuir el roce social para no tener que enfrentar nuestros miedos o las consecuencias del mismo frente a otros. Muchas veces las personas renuncian totalmente a sus amigos antes que luchar.
Estas son, entre otras, algunas de las graves consecuencias de la ripofobia. Por ello debemos estar atentos a ella y acudir de inmediato a un médico si descubrimos alguna posibilidad de padecerla. No dejemos que el miedo venza nuestras ganar de vivir libres y felices.
Tratamiento conocido para esta fobia
Existen muchos especialistas que han diseñado desde planes de alimentación hasta desarrollar diversos tipos de laxantes. Todo con la finalidad de ayudar a quienes sufren esta fobia a poder superarla.
Veamos los pasos de un tratamiento efectivo contra la ripofobia.
- La dieta. El tratamiento debe iniciar con una modificación de la dieta del paciente. La misma debe permitir evitar el estreñimiento. Se sugiere que se aumente proporcionalmente el uso de la fibra dentro de la dieta. Esto ayudará a eliminar la experiencia del dolor asociada al proceso de defecar.
- Laxantes. Su uso es inicial para facilitar el proceso de evacuar. Además ayuda a despejar los miedos que afectan a los que sufren este mal. No debe abusarse de ellos y se debe hacer entender al paciente el uso temporal de los mismos. Lo que menos pretendemos es crear una adicción.
- Modificar conductas. Para poder defenderse de esta fobia, el organismo desarrolló conductas no apropiadas a la salud. Estas conductas han hecho que nuestro cuerpo se lleve al extremo para evitar defecar. Es necesario asistir a las terapias necesarias para modificar esas conductas.
Como siempre el primer paso para superar una fobia es la convicción. Así es, reconocer que vivimos algo que no debe ser. Además reconocer lo negativo que nos está causando a nosotros y a quienes son nuestros seres más queridos. Y para finalizar, planificar el cambio rotundo de mi vida hacia el éxito gracias a la liberación de ese mal en mi existencia.
Vencer la ripofobia, es posible
Todos los especialistas comparten el hecho de que sí es posible superar esta fobia. Para iniciar debemos reconocer que no podemos hacernos daño físico y psicológico fruto de una mala experiencia con nuestro proceso de defecación.
Pues sí la ripofobia nos causa más daño del que creemos. Además no nos libera de ningún miedo sino que nos hunde en un mundo de más dolor y enfermedad. Pensemos en esas enfermedades asociadas a la ripofobia y de allí tomemos la fuerza para vencerla.
Hagamos una pausa, entendamos lo que nos pasa y decidamos salir adelante. Sí es posible. Merecemos ser felices. La ripofobia debe ser defecada de nuestra vida para vivir sanos y mejor junto a aquellos que nos aman.