Los miedos pueden ser tan difíciles de manejar que dejan a las personas paralizadas o huyendo desmesuradamente, sean reales o no. A pesar de la sensación de temor y angustia los miedos son mecanismos naturales para sobrevivir a situaciones de peligro para la vida o la integridad física. No solo lo sienten humanos sino también los animales. Por otro lado existen algunos miedos que no tienen causa aparente y se conocen en términos clínicos como fobias, tal es e caso de la helmintofobia.
Estos miedos injustificados normalmente los podemos reconocer porque la causa que los provoca es absurda, incluso para la misma persona. Como por ejemplo la fobia que te traemos hoy denominada Helmintofobia. Que no es más que el miedo irracional a ser picados por los gusanos. Y no solo gusanos, sino que engloba todo lo que tiene esta forma cilíndrica alargada, como las orugas. En este post te ayudaremos a conocer algunos rasgos de esta extraña condición.
¿Cómo reconocer la helmintofobia?
Las personas que padecen de este trastorno de salud emocional o psicológica tienen sentimientos de odio, rechazo y ansiedad ante la posibilidad de ser picados por un gusano. Subrayamos que incluso solo el contacto visual o saber que el gusano está cerca ya es causa que desencadena esta fobia.
Puede notarse que en la persona aumentan los niveles de estrés y los deseos de huir le provocan una ansiedad incontrolable. Además de sudoraciones, alteraciones psicológicas y hasta temblores.
¿Está justificada la helmintofobia?
A nivel de salud mental ninguna fobia justifica el daño psicológico que causa. La mayoría de las veces injustificadas. Sin embargo es importante que conozcas que si existen riesgos de manipular orugas y gusanos.
Por ejemplo las orugas son bonitas pero debes tener en cuenta que pueden picarte. Si eres una persona propensa a desarrollar alergias puedes llegar a tener una reacción medianamente severa.
Todas las personas experimentamos los miedos de manera diferente, es algo muy personal y real. Por eso aunque para nosotros nos pueda parecer irracional para esa persona es tan real que sufre psicológicamente. Debemos tener en cuenta que necesitan nuestra ayuda y eliminar de su entorno las burlas e incomprensiones.
El peligro real
Existe una oruga muy linda que tiene un bonito pelaje conocido también como gusano del pollo, gato lanudo, gata peluda u oruga peluche que es de las más tóxicas de la parte sur de América del Norte. Posee abundante pelos sedosos y por su aspecto parece un mechón de cabellos. El contacto con sus pelos librera un veneno que causa dolor punzante, quemazón y sarpullido.
En los sembradíos de manzanas, peras, albaricoques, melocotones y ciruelas podemos encontrar el gusano de la nuez o Carpocapsa. Su cuerpo mide unos 17 mm y su cuerpo es de color grisáceo con rayas de color cobre. Cuando están amenazados emanan un líquido tóxico con el cual pueden afectar a las personas.
Otro gusano es la taturana que es una larva de mariposa de pelos rectos que semejan espinas y que podemos encontrar habitando algunas plantas ornamentales. Este gusano se ha encontrado sobre todo en Argentina. El contacto con sus pelos puede ser muy perjudicial para una persona por la toxicidad de su veneno.
¿Qué hacer si he sido afectado?
En caso de que una persona sea realmente afectada por una oruga o gusano debe tomar algunas medidas para evitar complicaciones.
Quita la oruga de tu piel sin tocarla. Pon un pedazo de cinta adhesiva en el área afectada y tira e ella para eliminar cualquier rasgo de pelos. Revisa con una lupa y si tiene algún aguijón clavado en la piel sácalo con una pinza. Lava con abundante agua y jabón. Usa crema antihistamínica e hidrocortisona. Usa compresas frías de 10 a 20 minutos.
Si desarrollas ampollas graves consulta con tu médico. Tambien, si en un lapso de 5 años no te has puesto una vacuna antitetánica ponte una dentro de las 72 horas. Si viven en los Estados Unidos llama al 1-800-222-1222 que es la línea de control de envenenamiento y responderán a cualquier hora tus dudas y te darán recomendaciones sobre cómo tratar la picadura.
¿Qué provoca la helmintofobia?
Esta fobia se desarrolla sobre todo a partir de experiencias pasadas relacionadas con orugas y gusanos. La persona que sufre este desagradable miedo es muy probable que haya estado expuesto a acontecimientos relacionados con estas reacciones. Son más normales en mujeres que en hombres.
Un desencadenante habitual suele ser haber padecido de niño algún daño provocado por la picadura de un gusano o alguna experiencia traumática tras estar en contacto con una oruga. A pesar de que los miedos en la corta edad suelen ser transitorios y de corta duración. Si la experiencia es muy traumática y rebasa los límites de tolerancia puede quedar impregnada para toda la vida. Podemos encontrar que hasta los seis años de edad es normal que se les tenga miedo a algunos animales.
Normalmente en etapas posteriores, estos van desapareciendo y reemplazándose por otros de carácter social como el miedo al ridículo, al rechazo, hablar en público, entre otros. Puesto que los miedos en los niños reflejan su concepción infantil del mundo a medida que van creciendo se amplían sus habilidades cognitivas y le permiten entender mejor su ambiente. Esto siempre relacionado con el contexto en que vive.
¿Existe una cura?
Para los que estén preocupados le decimos que no deben hacerlo, existe una cura. La mala noticia es que depende de la persona afectada, de su deseo de curarse y sobrepasar este miedo. Si no existe colaboración y no pone de su parte, ningún tratamiento psicológico eliminará la helmintofobia.
Las terapias de exposición
Los pacientes son sometidos durante varias sesiones y por profesionales a situaciones que involucran gusanos. De manera paulatina y aumentando el nivel de los estímulos mientras la persona controla sus emociones y va venciendo las diferentes fases. Estas sesiones varían entre una y tres horas de exposición. Si la persona coopera, se reduce su ansiedad antes de terminar con la situación a la que es expuesto.
La terapia cognitiva
La terapia cognitiva se fundamenta en que las personas no les tenemos miedo a los gusanos en sí, sino que es nuestra interpretación de la experiencia la que es negativa. Lo que provoca los síntomas de ansiedad y miedo, está en nuestro cerebro. De esta manera trabajando lo que conocemos sobre la información que tenemos de la fuente del miedo podemos cambiar la perspectiva y dejar de apreciar esto como algo negativo.
El método de la desensibilización sistemática
Este método para tratar la ansiedad se basa en el poder de las imágenes mentales y la evocación de situaciones ansiosas. En ellas el profesional guía al paciente a un estado de relajación progresiva que termina eliminando la ansiedad.
Una variante de más rápidos resultados es en el que el terapeuta guía al paciente a una aproximación real a la situación en que siente miedo y mediante ejercicios de relación elimina la ansiedad. Poco a poco mediante una exposición más prolongada desparece la helmintofobia.
Antes de terminar…
El comienzo de librarse de esta dolencia está en creer en uno mismo y en su deseo de superarla. Las terapias que te hemos expuesto aquí, someramente solo tienen la finalidad de informarte. Pues no es el objetivo exponerte el cuerpo de conocimiento de estas terapias. Las personas capacitadas para ello son los terapeutas y los psicólogos. Es importante que las personas que nos vayan a guiar en un proceso de sanación de la helmintofobia estén debidamente capacitadas.
Esperamos que esta información que les brindamos sea de su utilidad y le ayude en el camino a liberarse de la helmintofobia.