En el artículo de hoy traemos unos tips que te ayudarán a evitar los excesos comiendo. Comer en exceso o en cantidades exageradas puede hacernos ganar peso de formas incontrolables, aumentando las posibilidades de padecer importantes enfermedades crónicas relacionadas con el sobrepeso o la obesidad. Se necesita mucho compromiso y dedicación para acabar con este tipo de comportamientos destructivos, y no es nada fácil.
Como evitar los excesos comiendo
En el mundo, más de mil millones de adultos se cuentan entre los obesos, alcanzando cifras casi epidémicas.La mayor cantidad de personas con sobrepeso se cuentan en los países desarrollados, y esto es porque generalmente en estas regiones los trabajos no requieren grandes esfuerzos físicos y la comida abunda. Comer en exceso y ganar peso desmedidamentepuede traer consigo una gran variedad de complicaciones a la salud, como por ejemplo afectaciones al sistema endocrino, cardiovascular, gastrointestinal, respiratorio, psicológico, neurológico, obstétrico, entre otros.Además de los consecuentes riesgos para la salud ya mencionados, la acumulación de grasa en exceso puede afectar el movimiento y la flexibilidad de la persona. Entonces, veamos cómo podemos combatir este mal hábito.
¿Cómo podemos evitar los excesos comiendo?
- Distráete:
En el momento en que tengas un antojo tonto, o en el caso de que estés malhumorado y desees comer, intenta distraerte, así dejarás de lado ésa idea de comer sin tener hambre precisamente. Quizás puedas hasta hacer una pequeña lista de cosas que puedes hacer y ponerla al alcance de la vista, y cuando sientas un antojo emocional sabrás qué hacer al instante para evitarlo. Estos antojos se suceden muy efímeramente, dale unos minutos, resiste, puede que desaparezca o con el tiempo se vuelva más fácil de manejar.
El agua es otra herramienta que tienes a tu alcance para ayudar a reducir la cantidad de alimentos que ingieres. Lo ideal sería beber entre 8 y 13 vasos de agua diarios, esto nos puede ayudar a controlar el hambre y nos mantendrá hidratados. Antes de cada merienda, por ejemplo, bebe un vaso o dos, físicamente te sentirás lleno, y comerás menos.
- Come vegetales y verduras:
Puedes, cada vez que te sirvas un plato, disponer en una mitad varios vegetales como ensalada, así ayudas a reducir el exceso de calorías ingeridas. Los vegetales y verduras poseen bajas calorías, por lo que son muy saludables. Si al acabar, por ejemplo, te quedas con hambre, come un poco más, pero sólo verduras.
- No te saltes ninguna comida:
Quizás estás intentando perder peso, o estás demasiado ocupado con el trabajo en ocasiones. Saltar por ejemplo tu almuerzo puede llevarte a que sientas mucha hambre, entrando en riesgo de comer de más. Lo normal es que organices 3 comidas al día, quizás con 2 meriendas.
- Come cuando tengas apetito:
Comer en la calle, sin tener apetito, por demás, aumenta el riesgo de que comas más de lo que realmente necesitas. Debieras dedicarle un poco de atención a por qué y cómo aparece tu hambre. Las señales del cuerpo incluyen sensación de vacío, o mareos ligeros, entre otros. Si no sientes nada de esto es muy posible que comas por aburrimiento o estrés.
- Cuando estés lleno para de comer:
El cuerpo te avisará cuando estés satisfecho. Eso significa que es hora de parar. Atiende a las señales y mecanismos de tu cuerpo, están diseñados para saber cuándo es momento de dejar de comer.
¡Todos juntos, podemos!
Adonde quiera que miramos cuando paseamos nuestra ciudad, vemos a la gente con sus grandes hamburguesas entre las manos, cargadas de agregados, que parecen querer reventar. Otros con un plato desechable que se desborda de arroz, carne y unos pocos vegetales grasosos. Las personas comen en demasía y no saben cómo ponerle freno a sus instintos. Lo peor es que algunas desconocen el daño que se hacen, y otras, lo niegan.
Para colmo, casi todo el tiempo son alimentos mal preparados o comida chatarra. ¿Qué sentido tiene comer vegetales que no estén secos y frescos y estén cubiertos de grasa de cerdo o aceite?
Si lo piensas por unos instantes, te darás cuenta. Tú puedes evitar los excesos a la hora de comer, tú puedes exigir a tu propia conciencia una correcta alimentación, nadie más que tú es el encargado de velar por las cantidades y la calidad de la comida que le regalas a tu organismo.
¡Qué digo tú! ¡Yo también! Es más, ¡todos juntos, podemos evitar los excesos comiendo!