En la naturaleza, coexistimos con otros seres vivos (animales y plantas), con los cuales mantenemos relaciones de beneficio y dependencia. Por lo que resulta completamente natural el encuentro con esos seres para establecer lo que satisfaga la necesidad del momento. No obstante existe la entomofobia, te comentaremos a continuación.
Los seres vivos
Generalmente, podemos comernos una rica ensalada, sembrar una planta, podemos dar cobijo y alimento a cualquier animal que lo necesite. Algunos insectos pueden parasitar en el pelo animal o el cabello humano, alimentándose a través de su piel obteniendo sangre. De esta manera se podrían expresar en términos sencillos las relaciones entre seres vivos: animales, plantas y humanos (animales superiores).
En la cotidianidad, el temer a un insecto puede resultar comprensible, ya que estos animales son de tamaño muy pequeño. Además, estos tienen la habilidad de correr, saltar o volar, lo que les permite desaparecer y aparecer sin control alguno. Y para terminar, no son precisamente los seres vivos más bonitos o vistosos de la naturaleza.
Definición de Entomofobia
El término entomofobia responde en la etimología, así: en el griego éntonon (insecto) y fobos (fobia): Fobia a los insectos. Si se realiza una búsqueda extensa, también es posible hallarlo en literatura de desórdenes psicológicos bajo el nombre de insectofobia.
Es el trastorno psicológico que se identifica porque quien lo sufre presenta un miedo irracional a cualquier clase de insecto. Como toda fobia, no admite razones, sobre todo en el momento en que se está expuesto al objeto del temor.
De esta manera, el individuo afectado por la entomofobia no será jamás encontrado en un ambiente natural disfrutando un día. Esto incluye lugares comunes como parques, reservas naturales, zoológicos, y todos los ambientes abiertos donde puede haber presencia de insectos.
En la entomofobia, el afectado se enfrenta a experimentar respuestas de temor que se salen de los parámetros normales. Su comportamiento no se reduce simplemente a alejarse, sino a experimentar verdaderas crisis de terror en el lugar donde se encuentre.
La intensidad del padecimiento es lo que va a determinar su gravedad, pero como otras fobias, se deben tratar prontamente. La entomofobia en el mediano plazo, agota, frustra y aísla irremediablemente al individuo de poder llevar a cabo actividades cotidianas.
Diferentes fobias a los insectos
Es importante mencionar que se pueden desarrollar fobias diferentes a una clase particular de insecto, y así tenemos algunos:
- Acarofobia: Terror a los insectos que pican (incluye a los ácaros)
- Apifobia (o melisofobia): Pánico a las abejas.
- Aracnofobia: Terror a las arañas.
- Cnidofobia: Pánico a los insectos con aguijón.
- Especsofobia: Terror a las avispas.
- Isopterofobia: Pánico a las termitas.
- Lepidopterofobia: Terror a las mariposas.
- Mirmecofobia: Pánico a las hormigas.
- Motefobia: Terror a las polillas.
- Pediculofobia (o ptiriofobia): Pánico a los piojos.
Características de la entomofobia
En psicología, esta fobia entra en el grupo de las llamadas “fobias específicas” y se cataloga como trastorno de ansiedad. Es decir, la ansiedad, crisis y el terror que puede originar la misma, es llamado en la terminología especializada “psicopatología”.
En la ciencia que trata los trastornos de este tipo, se distinguen dos tipos de miedos o fobias. Se habla de la fobia adaptativa (al estar en contacto directo con el objeto del temor, el individuo se aleja). Y luego se encuentra la no adaptativa, donde que el afectado responde en momentos donde la amenaza no es real. Entonces, en lo que respecta a la entomofobia, este trastorno tiene su clasificación en la categoría de fobias no adaptativas.
El miedo en el entomofóbico no se puede comparar con el miedo en otras fobias, es totalmente descontrolado y absurdo. Un acrofóbico, por ejemplo, busca evitar encontrarse en sitios altos, sin embargo en un entomofóbico la respuesta es más compleja.
Puede decirse entonces que, el entomofóbico se caracteriza por:
Temor irracional
Considerando las diferencias entre un humano y un insecto, la respuesta del individuo se sale de las proporciones. El pánico que genera un pequeño insecto puede desatar un tremendo ataque de espanto en cualquier lugar que se encuentre.
Miedo inconsciente
La persona no logra entender por sí misma la razón por la cual los insectos le causan temor. De esta misma manera no puede explicarlo a otros ni controlarlo cuando se presenta, así lo intente de forma consciente.
Aversivo
Quien sufre la fobia se dedicará de forma obsesiva a evadir el contacto lo que le causa temor (insecto).
Prolongado: El trastorno crece con la persona y persiste en el inconsciente de su cerebro con el pasar del tiempo.
No se presenta en un rango determinado de edad, ni en un sexo determinado, sin embargo, en niños es común.
Síntomas del paciente con entomofobia
- Aumento del ritmo cardíaco, producto de la alteración que le produce el estímulo o detonante al que se está exponiendo.
- Incremento de la secreción del sudor, se dilatan las pupilas, se tensa la musculatura y falta saliva en la boca.
- En la mente del individuo los pensamientos que se desarrollan son todos terroríficos, lo que origina por supuesto su respuesta.
- Pérdida del conocimiento por períodos prolongados de tiempo, el desmayo surge como respuesta para bloquear el estímulo presente (el insecto).
- Llanto incontrolable, el sujeto se da cuenta que no se puede huir rápidamente del lugar y el peligro es inminente.
- La persona afectada puede abandonar el lugar donde sea expuesto al estímulo gritando y corriendo desesperadamente sin poder controlarlo.
Causa de la entomofobia
- El individuo pudo haber sido atacado por insectos en algún momento (por ejemplo, haber sido picado por abejas)
- Observación de imágenes o audiovisuales donde se exponga cómo ocurre el contacto y sus consecuencias, pudiendo llegar a ser fatales.
- El factor genético juega un papel importante, ya que si se tiene antecedentes de trastorno mental, puede desarrollarse la entomofobia.
Tratamiento de la entomofobia
Una persona que padece entomofobia la padecerá toda su vida si no realiza tratamientos que le permitan superar su fobia. Pero, si este trastorno es tratado adecuadamente, puede superarse y erradicarse de la vida del individuo, lo cual es positivo.
Por vergüenza, se puede llegar a cometer la falta de no acudir a la ayuda adecuada, que debe ser profesional. Esto es por lo ridículo que puede resultar ser que una persona le pueda tener pavor a un insecto minúsculo.
Entre las terapias más utilizadas en el proceso de esta fobia, puede mencionarse la psicoterapia, así como también la relajación. Desde el punto de vista conductual, se han evidenciado resultados positivos y más efectivos con el uso de la psicoterapia. Finalmente, se presenta al individuo en contacto directo con insectos como forma de terminar la terapia y verificar su éxito.
Con respecto a la relajación, esta es propuesta para colaborar en el control de la ansiedad presentada en estos casos.
Finalmente, el uso de medicación, suele ser utilizada en este tipo de terapias, con la finalidad de aliviar los síntomas.
Estos están diseñados para reducir la presentación de los síntomas y la periodicidad de los mismos, ajustándolo según la necesidad.
Recomendaciones finales
Es importante explicar a los niños los beneficios de los insectos en el ecosistema, enseñándoles a respetarlos y convivir armónicamente.
Si usted es una persona que presenta miedo irracional a los insectos, debe buscar ayuda médica a la brevedad posible. Si alguien de su entorno padece los síntomas y presenta las características de esta enfermedad, explíquele las consecuencias que ocasiona.
El bienestar de un individuo depende del equilibrio físico – mental – emocional que posea, si esto no sucede, debe buscarse apoyo.
El entorno familiar juega un papel preponderante en el tratamiento de esta fobia, el apoyo recibido por aquellos es fundamental. Resulta muy importante documentarse acerca de las cosas que se deben hacer o no con una persona que padezca entomofobia.