Los gatos son mamíferos pertenecientes al grupo de animales que el hombre ha logrado domesticar. Son, a pesar de las críticas a su personalidad, una de las mascotas con mayor preferencia en la sociedad. Sin embargo, existen personas que no están a favor de estas mascotas sufriendo de una fobia conocida como elurofobia. Veamos de qué se trata.
Descripción de la elurofobia
El miedo irracional, constante y desproporcionado hacia los gatos es lo que se conoce como elurofobia o ailurofobia. No se trata sólo del miedo al animal como tal, sino también a todo lo que lo representa. Su maullido y en algunas ocasiones extremas, hasta a su nombre. Los elurofóbicos llegan a comprender, hasta cierto punto, que los gatos no representan ningún peligro para su integridad física y mental. Sin embargo, el individuo no puede controlar las reacciones que se generan mediante el estímulo del objeto de su temor.
Este tipo de fobia es prácticamente incomprensible para personas que no la sufren. Esto debido al poco nivel de peligro que representa un gato en la vida cotidiana. De la misma forma, es un reto para quienes la padecen. Su pánico podría desencadenarse con la sola contemplación del animal, bien sea por fotos o por televisión. Esto genera una incomodidad general al individuo dada la popularidad de estos felinos.
Síntomas de la elurofobia
Las fobias son parte de los trastornos de ansiedad por lo que, la mayoría de ellas, presenta una sintomatología común. Los elurofóbicos no están para nada libres de este tipo de comportamiento y de presentar síntomas tanto mentales como físicos. A continuación se desglosan algunos de ellos:
- Miedo extremo e irracional ante la presencia o pensamiento sobre gatos (esto incluye las fotografías, los vídeos, etc).
- Sentimientos de lucha y huida ante el estímulo que provoca el malestar. Aun cuando se tenga claro el poco peligro que se corre o que representa la presencia de un gato.
- Gran incomodidad y ansiedad ante la apariencia de un gato o el pensamiento de estar en presencia de uno.
- Ataques de pánico. Estos ataques son muy habituales dentro de los trastornos de ansiedad y se identifican por presentar agitación, sudoración excesiva, temblores involuntarios, sequedad bocal, palpitaciones cardíacas y poco control en las acciones.
- Problemas para respirar. La hiperventilación, así como la pérdida de aliento, es uno de los problemas al encontrarse en una situación de terror.
- Mareos, arcadas, dolor estomacal, problemas intestinales.
Es importante reconocer los síntomas de este tipo de episodios ya que los individuos que los sufren requieren asistencia inmediata. En algunos casos, el hecho de alejarse del estímulo que causa el malestar, ayuda al paciente a calmar los síntomas. Aunque existen algunas excepciones donde, sin poder dejar de pensar en el objeto de su malestar, los síntomas podrían durar mucho más de los esperado luego de finiquitar el encuentro.
Causas de la elurofobia
Según estudios realizados desde hace algunos años, se ha determinado que las fobias son aprendidas y no de origen genético. Aunque, como bien reconoce, la personalidad del individuo lo puede hacer más propenso a sufrir de este tipo de males. Una persona que es sumamente ansiosa y temerosa, podría establecer un miedo irracional hacía un estímulo determinado con una sola interacción fallida.
En este sentido, la fobia a los gatos, aún siendo rara entre los individuos, se puede padecer desde la infancia. Por un contacto que terminó en lesiones o sustos graves para el protagonista. Si un niño ve que a su padre lo ataco un gato o que a él mismo le pasa durante un intento de juego con el animal, podría condicionarse para temer y evitar a estos felinos. Creciendo así su ansiedad con esta presencia y generando un entorno de malestar general con la sola idea del animal.
Así mismo, la sociedad cumple un papel significativo en cuanto a los orígenes de una fobia. Pues en muchas culturas, los gatos son animales mal vistos y asociados con el mal, la santería y la brujería. Estas supersticiones pueden crear en una persona una condición de rechazo hacia los gatos que luego puede crecer hasta convertirse en una irracional aversión. Desencadenándose, así, un miedo incontrolable ante su imagen. La forma de los gatos en libros y películas también es determinante para que este tipo de reacciones aparezcan. Dado que a mayor sea el estímulo negativo hacia ellos, mayor será la aversión y el miedo que le represente.
Efectos y consecuencias
Una persona elurofóbica puede llegar a verse afectada de forma general en su vida. Y es que no es fácil intentar evitar algo tan popular como lo son los gatos. Son animales muy fotogénicos y muy queridos como mascotas. Por lo que una gran cantidad de personas (6 de cada 10) tiene o está pensando en tener un gato.
Evitar la interacción con estos animales es muy difícil y puede dañar al individuo en su ámbito social. Al estar en conocimiento de que sus amigos tienen un gato, evitará de todas las formas posibles visitarlos o tocar el punto de animales de compañía con ellos.
El miedo que ocasiona cualquier encuentro con este tipo de felinos puede llegar a causar problemas psicológicos. En los individuos que padecen esta enfermedad, podrían crear una paranoia muy marcada. Esta se podría afianzar ante la idea de estar cerca o pasar por un lugar donde saben que hay gatos.
Tratamiento
El reconocer el problema y la pronta búsqueda de ayuda profesional puede significar un gran avance en este padecimiento. Si bien el tratamiento para esta clase de condición no es muy diferente al del resto de estas condiciones. Se estima que es un poco más difícil de controlar debido a la cantidad de estímulo externo presente que conlleva a generar malestar.
- Uno de los métodos con mejores resultados en este tipo de trastorno es la terapia cognitivo conductual. Esta se encarga, principalmente, de sustituir aquellos pensamientos de terror y de malestar que posee el individuo por pensamientos positivos.
- Otra técnica que se aplica y da muy buenos resultados es la llamada terapia de exposición. Esta se basa en generar de manera paulatina y constante la interacción del individuo con la causa de su miedo. En este caso los gatos, para permitirle al paciente explorar sus sentimientos y desensibilizar a su subconsciente para lograr controlarse. Y, con el tiempo, eliminar la reacción desmedida ante los felinos de esta clase.
- La psicoterapia también ayuda a generar un ambiente de confianza y de tranquilidad ante la presencia de estos seres peludos. Permitiéndole, de esta forma, al paciente a liberar las tensiones y el estrés causado por su miedo. Además de ayudarlo a redirigir de manera positiva su energía.
- La medicación con ansiólicos y antidepresivos son una medida a tomar solo en casos de padecimientos graves. Es decir, cuando el paciente no puede controlarse de ninguna otra forma y donde los ataques de pánico puedan generar problemas de salud de otras índoles que afecten al individuo.
Recomendaciones para la elurofobia
Una recomendación importante en este tipo de casos es la búsqueda de ayuda. Debido a que es meramente imposible mantenerse alejado de forma permanente de los felinos domésticos. Esto motivado al auge, popularidad y sobrepoblación actual.
Buscar apoyo en familiares y amigos. Tomando en cuenta que las palabras de aliento y de cariño suelen generar un ambiente positivo que favorece la rehabilitación.
La automedicación, cuando se sufre de elurofobia, no es recomendada debido a su peligrosidad y a sus efectos no controlados.
Es bueno indicar, que las personas con este trastorno suelen atravesar un periodo de recuperación extenso y por lo tanto la paciencia y la perseverancia son esenciales para la tan anhelada curación total.