Se da por la presencia de todos aquellos componentes químicos, biológicos y físicos nocivos en entornos naturales y artificiales. Hay diferentes formas de contaminación que vemos especialmente en las ciudades. Vemos el problema de la contaminación ambiental.
La excesiva contaminación de las ciudades
Dentro de la contaminación que tenemos en las ciudades de los coches, las fábricas y productos químicos, tenemos varios tipos. Desde la contaminación en el agua, al exceso de ruido, pasando por la contaminación del aire. Todo ello provoca problemas en las personas. Lo sufren especialmente aquellos que tienen enfermedades relacionadas con la respiración. Además, a la larga provoca enfermedades mayores como cáncer o infecciones respiratorias.
Tipos de contaminación ambiental
- Contaminación del agua.
- Contaminación de los suelos.
- Contaminación visual.
- Contaminación sónica.
- Contaminación térmica.
- Contaminación lumínica.
Estos agentes son perjudiciales para los seres vivos incluyendo al hombre, de quién se derivan. Si bien representan un riesgo para la salud para nosotros, definitivamente, no son los únicos.
El problema de la contaminación ambiental en el planeta
La elevada contaminación provoca el cambio climático, la deforestación, un consumo mayor de energía, extinción de especies… Un problema para el planeta. Se calculaba que a partir de 2050 el mundo llegaría a un punto de no retorno, donde nuestros hijos y nuestros nietos tendrían que vivir en un pasaje desolado y años más tarde sería imposible para vida.
Sin embargo, con todo lo que ha ocurrido con el coronavirus, todo se ha cerrado, dando aire al planeta. Incluso hemos visto ríos más limpios, ambientes más claros y hasta hemos escuchado nuevos sonidos que siempre han estado ahí. No habrás visto llover tanto, como en estos días. ¡El planeta se estaba limpiando!
Los expertos calculan que gracias a esto el punto de no retorno puede haber sido retrasado al menos 50 años. Por tanto tenemos más tiempo de concienciarnos sobre reciclar, no contaminar y demás actos ecológicos que podemos hacer, tanto individualmente como de forma colectiva. Tenemos una segunda oportunidad para ser responsables de nuestros actos, y no estropear el hogar donde vivimos. Tenemos que parar de talar árboles, ya que las plantas son los series que nos proporcionan el oxígeno con el respiramos. Tenemos que parar de enviar residuos a los ríos y a los mares, ya que de ellos salen los peces que luego comemos. Y tenemos que parar, en definitiva, de ensuciar todo aquello con lo que interactuamos, porque tarde o temprano lo pagaremos con un mayor incremento de enfermedades.