Autodisomofobia: Fobia al mal olor

Cuando alguien percibe con extrema intensidad los diversos olores y aromas de su entorno, se dice que tiene olfato agudo. Determinar qué fragancia usa alguien, qué se está cociendo en la cocina estando a metros de ella, son algunas características. Sin embargo, para algunas personas ser capaz de identificarlos puede representar una verdadera tortura, especialmente para las personas con autodisomofobia. Las personas con esta condición sienten pavor de percibir malos olores, tanto propios, de otros o del entorno. En adelante explicaremos de qué trata esta fobia, cómo afecta a quien la tiene y qué puede hacer para superarla.

¿Qué es la autodisomofobia?

La autodisomofobia se trata del temor irracional que ocasiona el mal olor propio, ajeno o del entorno a algunas personas. Al igual que todas las fobias, consiste en una condición psicológica que afecta severamente la vida de quien la padece. Dadas sus características, causa daños en la vida de los denominados autodisomofóbicos, deteriorando así sus relaciones sociales, laborales y afectivas.

¿De dónde proviene la autodisomofobia?

Casi todas las fobias nacen de la experiencia de un hecho traumático relacionado con lo que ocasiona el temor irracional. Las personas con ellas no necesitaron vivir estos hechos en carne propia, el haber sido espectadores puede bastar para desencadenarlas. En el caso de la autodisomofobia, dada su particularidad, puede originarse por diversas razones, entre las que destacan:

El haber sido objeto de burla

Es conocido que todos los humanos al pasar por la pubertad experimentamos varios cambios corporales, tanto internos como externos. En algunas personas, estos cambios suelen hacerse evidentes más intensa y prematuramente que en otras. En ocasiones, entre estos cambios se encuentran el marcado olor generado por el sudor y la transpiración. Así, una persona joven sin notarlo o creer que era grave, tenía mal olor y fue burlada por eso. Este hecho pudo bastar para que ésta se obsesionara con evitarlo y posteriormente, desarrollara la autodisomofobia en su vida adulta.

Asociar el mal olor con peligro o muerte

Está más relacionado con los olores que se pueden percibir en el entorno. Así, la persona con autodisomofobia pudo haberse traumado después de tener contacto con un cadáver en descomposición, por ejemplo. La imagen, más el olor que desprendía, pudo haber bastado para crear un recuerdo impactante que quiera evitar revivir. Por esto, cada vez que nota un olor desagradable la persona sufre síntomas que denotan la fobia.

Haber sido atacada o herida por alguien con mal olor

La persona con esta condición fóbica pudo haber pasado por una circunstancia traumática relacionada con alguien con mal olor. Un robo, violación, acoso o cualquier tipo de maltrato efectuado por alguien con un olor desagradable, pudo bastar para desencadenarla. La autodisomofobia también suele asociarse a otras condiciones, como la fobia a las bacterias, enfermedades y gérmenes.

¿Cuáles son los síntomas de esta fobia?

Las personas con condiciones fóbicas suelen experimentar los mismos síntomas, que varían en su intensidad según la gravedad de la fobia. Intensa ansiedad ante la circunstancia u objeto que la desencadena suele ser el síntoma principal. Igualmente, las personas con autodisomofobia viven constantemente estresadas, pues saben que no pueden controlar el encontrarse con un mal olor. Así, cuando se da esta circunstancia, pueden exteriorizar los síntomas que les produce tanto la ansiedad como el estrés.

Al percibir en ellos mismos o en otro algún mal olor, las personas con esta condición pueden empezar a sudar. Esto sucede por los nervios que les provoca el percatarse de ello. Si son ellos los que tienen un olor desagradable, les preocupa el hecho de que alguien más pueda percibirlo. Si ellos lo han percibido en alguien más, los nervios son generados por el miedo irracional hacia esta persona. La sudoración puede presentarse acompañada de náuseas y mareos, una vez más, dependiendo de la intensidad de la circunstancia. Lo grave de esto, es que el sudor es en sí mismo una de las cosas que evitan. Saben que al transpirar pueden desprender un olor desagradable, y esto acrecienta los demás síntomas.
En los casos más graves de autodisomofobia, las personas pueden llegar a sentir tal angustia que pueden desmayarse. Los olores desagradables tienen un efecto casi torturador en ellos, cuando se presentan estos casos, hay que buscar tratamiento especializado. Igualmente, tener una obsesión con la limpieza, usar demasiado perfume, jabón y desodorante para disimular el olor, se consideran síntomas.

Autodisomofobia

¿Cómo tratar la autodisomofobia?

Todas las fobias son afecciones serias que pueden llegar a afectar significativamente la vida de las personas que las padecen. Como tal, deben tratarse con la seriedad que ameritan, ya que, a largo plazo, perjudican en otros aspectos al paciente. Para ello, lo mejor es que la persona fóbica o alguno de sus allegados, contacte un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta. Cada uno según su especialidad, son los indicados para aplicar tratamientos oportunos a la fobia particular del paciente.

En el caso de la autodisomofobia, al ser fobia de connotación social, es importante que se trate desde la comprensión. Se trata de que el paciente entienda que su miedo es irracional y vea que no representa un peligro real. Para esto, el especialista emplea diferentes tratamientos que le ayudan a identificar la raíz del problema, es decir, del temor. Cuando el paciente logra determinar de dónde proviene y reconoce los sentimientos que le genera, resulta más sencillo superarlos.

La terapia de choque o exposición directa es de las más utilizadas. Consiste en que la persona que padece la fobia se enfrente a lo que la desencadena, para superarla progresivamente. Se estima que después de varias sesiones de exposición, el paciente adquiere mayor tolerancia al hecho u objeto. También, los tratamientos cognitivos – conductuales son ampliamente empleados. Mediante éstos se busca modificar los pensamientos sobre lo que le produce temor, para que dejen de ser negativos. Ejercicios de relajación y autocontrol y de programación neurolingüística cuentan como otras alternativas para el tratamiento de la autodisomofobia.

¿Cómo se ve afectada la vida de alguien con autodisomofobia?

Las personas que padecen esta condición viven afectadas por los síntomas y demás molestias que le puede ocasionar. Un ejemplo es cómo se ve afectada su vida social, cuando evitan actividades en las que puedan transpirar y ensuciarse. En este sentido, no les interesa practicar deportes, salir a dar un paseo o cualquier cosa que pueda hacerlos sudar. Su temor por llegar a oler mal les hace mantenerse al margen de estas actividades, afectándose a sí mismos.

De igual manera, las personas con autodisomofobia pueden ser percibidas por las demás como demasiado delicadas o un poco insolentes. Cuando la gente de su entorno no conoce sobre su condición, las catalogan de tal manera por su comportamiento. Para ellos resulta exagerado su repulsión hacia las personas con mal olor o quizás su uso desmedido de desodorantes. Cuando esto sucede, los autodisomofóbicos se sienten frustrados e incomprendidos, lo que agrava su sintomatología.

Si conoces a alguien con autodisomofobia…

Es importante recordar que las fobias son condiciones psicológicas no elegidas por quien la padece, por lo que amerita tratamiento. Considerando esto, debemos evitar juzgar a las personas que la tienen, ellas ya lidian con las consecuencias que le ocasiona. Acompañarlos en su proceso de recuperación y apoyarlos en su tratamiento es la mejor manera de demostrar empatía.

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