Imagine su cotidianidad, sin personas: un mundo donde todas sus actividades las realice sin hacer un mínimo contacto con otros. Donde no salga de casa para hablar con nadie, no vaya al trabajo, ni a los parques o al cine. Un mundo donde usted decida, por su propia voluntad, aislarse totalmente de las personas; así vive quien sufre de antropofobia.
Definición de Antropofobia
El ser humano es por naturaleza, social. Es una necesidad inherente a su condición el relacionarse diariamente con otras personas para compartir experiencias de todo tipo. De esta manera, es casi imposible concebir un ser humano que por elección se aísle totalmente de todas las personas. Así se puede explicar en qué consiste la antropofobia (conocida también como antrofobia): es el temor injustificado a las personas.
Analizando la palabra etimológicamente, ella presenta su raíz en el griego antiguo, del vocablo antro (gente) y luego fobia (miedo). “Miedo a la gente”: esto puede presentarse apenas estando cerca de alguna persona, sin haber establecido mínima interacción con ella.
Consiste básicamente en temor de relacionarse con otros seres humanos, a cualquier nivel, sin distinción de género o rasgos físicos. Es un estado de crisis irracional en el que no se tolera acercarse a otros, menos estar en grandes grupos. Este grave trastorno psicológico es común en países donde las concentraciones poblacionales son grandes (específicamente en países del continente asiático).
En el fóbico, se observa una persistencia obsesiva por alejarse de la presencia de otros en todos los ámbitos posibles. No es posible hacerla comparable con otras fobias, debido al contraste en marcada diferencia de los objetos del temor. Por ejemplo, una persona con claustrofobia, evita el encontrarse en espacios cerrados, (no sube en ascensores, no va a fiestas).
Sin embargo, a alguien con antropofobia le resulta prácticamente imposible aislarse del mundo que le rodea, lleno de personas. Un rasgo distintivo es que el individuo es incapaz de relajarse siquiera para mantener una conversación con su grupo familiar.
Personas propensas a sufrir antropofobia
Hay quienes son más propensos a sufrir antropofobia, como las personas con condición de autismo en etapas tempranas de vida. Así mismo, quienes han víctimas de acoso o bullying escolar, o tengan trastornos mentales previos tales como bipolaridad o esquizofrenia. En la adolescencia, podría decirse que una característica muy común es que a los adolescentes les gusta el aislamiento.
Sin embargo es importante observar que esto no persista en el tiempo, estos individuos tienden a desarrollar paulatinamente esta fobia
Síntomas de la antropofobia:
Algunos síntomas visibles que puede experimentar la persona que sufre de esta fobia son:
- La persona no mira a los ojos: Sus mejillas se enrojecen, empieza a comportarse de forma incómoda evadiendo la conversación.
- Ocurre una activación (alerta) a nivel del sistema nervioso central y se inicia el envío de instrucciones a los órganos. Se puede mencionar el cambio del ritmo del corazón (taquicardia), alteración de la respiración (se respira aceleradamente, o falta aire).
- La persona comienza a sudar mucho más de lo normal, tiene taquicardias, respira de manera acelerada o le falta aire.
- El pensamiento del afectado se altera de forma irracional y sin ningún control, y se presenta nerviosismo y ansiedad automáticamente. También en ocasiones la persona comienza a pensar que los demás están emitiendo opiniones acerca de sus rasgos y características.
- La conducta más resaltante es la huida brusca de la persona del lugar, evitando la situación que genera el temor.
Características de la antropofobia
Este trastorno tiene unas características particulares que son comunes a los individuos que lo padecen, se mencionan algunas de ellas:
- Es intenso y desporporcionado: La persona que sufre estas las crisis presenta el pánico incontrolable de acuerdo a la situación. La persona experimenta paranoia, ya que manifiesta los estados de crisis en situaciones donde no hay ningún tipo de peligro.
- Incoherente: No se puede argumentar en algún proceso mental que lo justifique, ya que no admite racionalidad en sus manifestaciones. El afectado puede ser animado por otros que no hay razones para tener temor, sin embargo no lo entiende.
- Fuera de control: Aun cuando el sujeto que sufre de antropofobia escucha y entiende que sus temores no tienen justificación. No logra controlar sus asaltos de ansiedad que se presentan de forma involuntaria y sobre los cuales no tiene dominio.
- Constante: A medida que se presenta la primera vez, suelen ser repetitivas y van aumentando con el avance del tiempo. Es importante resaltar que la antropofobia no tiene una edad de aparición, pero una vez que ocurre, simplemente va acrecentándose.
- Bloqueo: La particularidad más temible en la persona que sufra este trastorno es que evite totalmente cualquier contacto con personas. Esto hace totalmente imposible la intervención profesional en el corto plazo, de allí la gravedad de esta característica.
- Los fóbicos, por lo general, son personas que a lo largo de su vida han tenido problemas en su autoestima. Sufren mucho en sus relaciones interpersonales, se victimizan ante cualquier situación desfavorable y se llenan de vanidad con algún halago. Su control de emociones depende de lo que escuchan de otros. Están pendientes de la opinión de las demás personas.
En las relaciones laborales
Inclusive, un individuo antropofóbico, puede observar seriamente afectadas por este comportamiento, sus relaciones laborales, debido a que es un entorno social. Con el tiempo, estos comienzan a desconfiar del mundo que los rodea y se convierten en seres altamente sensibles. No son capaces de adaptarse y van perdiendo paulatinamente relaciones y amistades para comenzar su aislamiento del mundo.
Consecuencias de la antropofobia
Como en la mayoría de los seres humanos, es normal evitar lo que causa alguna reacción que afecte o moleste. De esta manera, una persona con antropofobia evadirá a toda costa aproximarse a situaciones que le causan ansiedad por temor.
La calidad de vida y estabilidad mental del antropofóbico se ve afectada, le limita su comportamiento cotidiano en todo ámbito. La persona se aísla dentro de su hogar, se bloquea de todo contacto, con una comunicación casi nula con otros. Realmente esta práctica es muy sencilla en el mundo actual, gracias al uso de las redes sociales con fines comerciales.
Una persona puede padecer antropofobia y sólo tener comunicación desde casa a través de mensajes de texto y correos electrónicos. Puede trabajar, manejar cuentas bancarias, realizar todo tipo de pagos y hacer compras de alimentos que llegarían a su casa.
Tratamiento para el paciente
Resulta importante que el diagnóstico de antropofobia sea hecho por un profesional, ya que no debe ser confundido con timidez. Esta es la fobia social donde la persona procura mantenerse anónimo, casi invisible en todas las situaciones donde debería participar. O también pueden confundirla con otro tipo de respuesta que alcanza presentar una persona común ante cualquier situación cotidiana.
La mayor limitante para tratar a un individuo con antropofobia es la misma condición de no poder relacionarse. Esto es porque no querrá contactar a un especialista, asistir a un consultorio le resulta mentalmente imposible. Es muy recomendable comenzar el tratamiento en casa con la medicación que el paciente pueda recibir allí por algún tiempo.
Hay una gran variedad de terapias que pueden aplicarse en la antropofobia con la presencia del paciente en el consultorio. Se puede mencionar la terapia de tratamiento de la conducta a nivel cognitivo, ayudando al afectado en su conducta. También, cuando hay avance de la terapia, se intenta exponer al contacto al antropofóbico con personas en espacios abiertos.
Así se buscaría reducir la incidencia de los momentos de fobia, para luego poder asistir continuamente a la terapia profesional. La persona debe volver a adquirir herramientas para tener el control de sus habilidades sociales, y llevar una vida normal.