También conocido como gallo, el rapante es un pescado de carne blanca y piel fina. Una sana y deliciosa versión para su preparación lo constituye el rapante al horno, receta que presentaremos en el día de hoy.
Hablemos un poco sobre el rapante
Suele ser capturado bajo la modalidad de pesca de arrastre, ya que habita en las profundidades de aguas fangosas. En su piel se dejan ver algunas manchas, sobre todo hacia el área dorsal. Maneja una gama de colores que circulan por los marrones, pero su vientre es blanco. En cuanto a la forma es ovalada y su boca es de gran tamaño. Ambos ojos están dispuestos del lado izquierdo, estando más o menos al mismo nivel.
Rapante al horno con patatas
Ingredientes:
- 1 kilo de rapante
- Aceite de oliva
- 4 patatas cortadas rebanadas finamente
- Sal al gusto
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo cortados bien pequeñitos
- 2 pimientos verdes
Preparación:
Primero se deben quitar las vísceras, las escamas y la cabeza de los pescados. Se dejan en un envase y se les coloca un poco de sal. Seguidamente vamos a freír las patatas con abundante aceite aromatizado con ajo. Luego que estén listas se acomodarán, como una especie de piso, en una bandeja para horno. Se coloca el pescado encima y se mete al horno, previamente precalentado para hacer el rapante al horno.
La idea es hornearlo entre 15 y 20 minutos a una temperatura aproximada de 190 grados. Este rapante al horno por ser preparado con las patatas puede constituir un platillo en sí. Sin embargo, si quiere aportársele algo de frescura, se puede acompañar con una ensalada cruda.
Aspectos positivos de hacer platillos al horno
Se podría decir que un horno es una caja cerrada que genera calor (al encenderlo) y que lo mantiene adentro. Cocinar en horno es una de las actividades favoritas de todo cocinero. Son múltiples las opciones que se pueden preparar usando este instrumento. Entre sus múltiples ventajas tenemos:
- Sirve para cocinar platillos salados o dulces. Una de las preparaciones más difundidas a nivel mundial es el horneado de tortas o cakes.
- Permite ejecutar otras actividades. Cuando freímos o asamos requerimos estar muy pendientes del alimento para evitar que se queme. Al hornear se puede programar el tiempo que se considere necesario e ir revisando pero no tan seguidamente.
- Facilita elaborar una buena cantidad de comida. Según el tamaño de nuestro horno se puede preparar de una sola vez el almuerzo para toda la familia. Esto permite que todos tengan su plato de comida bien calientico a la hora de sentarse a la mesa.
- Hornear la comida hace que los alimentos conserven mejor sus nutrientes y sean más sanos.
- Ayuda a maximizar y homogeneizar los sabores. Aún más las especies y las hierbas como el orégano, suben al límite mayor su sabor cuando se colocan en el horno.
- Las carnes mantienen su jugosidad y ternura. Al pasar un cárnico por el horno, y con el desprendimiento de jugos éstas quedan más suaves, esponjosas y agradables al paladar.
El rapante al horno, una opción de tradición
Si aún no has probado cocinar algún pescado al horno, te invitamos a preparar esta rica opción de rapante al horno. Es sencilla, deliciosa, rápida y no requiere gran técnica. Además, el sabor del pescado gallo es agradable al paladar de los niños. Generalmente se prepara en días de verano porque es el tiempo en el que se consigue fresco el pescado azul. No obstante, muchas personas prefieren ni acercarse al horno en días de sol. Lo que concluimos es que para disfrutar de un buen plato es necesario, a veces, hacer pequeños sacrificios. ¡No te la pierdas!