Aprender a respirar correctamente

Respirar es un acto instintivo de todo ser vivo y de gran importancia para la supervivencia. Interviene en todos los procesos vitales, tanto fisiológicos como psicológicos y espirituales. Aprender a respirar te permitirá vivir la vida con mayor plenitud y bienestar. Tal vez una visita al campo te pueda ayudar.

Respirar es la primera acción que realizamos automáticamente al nacer y se da de manera instintiva. Consiste en inhalar aire a través de los pulmones suministrando el oxígeno necesario para que el organismo realice sus funciones básicas. Se ha demostrado que un ser vivo puede vivir algunos días sin alimentos o agua, pero solo viviría unas horas o minutos sin respirar. El oxígeno es imprescindible para el funcionamiento adecuado del cerebro, el sistema circulatorio y todos los órganos y partículas del cuerpo.

Siendo tan natural, la mayoría del tiempo olvidamos que estamos respirando. Por lo que, aunado a los factores externos que puedan estar deteriorando nuestro cuerpo. Involuntariamente al tener una respiración deficiente o inadecuada también generamos daños. Algunas causas que nos llevan a respirar incorrectamente son el estrés, malas posturas y la rapidez del día a día. Si analizamos nuestra respiración, podemos notar que sólo la realizamos en el pecho, impidiendo que el oxígeno llene los pulmones completamente.

Una buena respiración debe ser suave, profunda y natural, utilizando el diafragma para llenar de aire el pulmón entero y no sólo la caja torácica. Debe realizarse en cuatro etapas: inspiración, retención, espiración y descanso, en intervalos de tiempo de 3 segundos cada una aproximadamente.

Aprender a respirar correctamente aportará infinitos beneficios a nuestro cuerpo y vida, ya que se obtiene mejor oxigenación y mayor energía. Además, algunas culturas atribuyen a la respiración muchos poderes de sanación.

Aprender a respirar con el diafragma

Una respiración correcta debe hacerse desde el diafragma, ya que ésta asegura mayor entrada de aire. El diafragma está ubicado en la base de los pulmones. De igual forma, es el músculo que aísla el abdomen del tórax. Al inhalar, el diafragma se encoge y baja hacia el abdomen, permitiendo la expansión de los pulmones llenándose de aire.

La respiración diafragmática o abdominal es la más recomendada por todos los beneficios que conlleva. Regulariza el tracto intestinal, disminuye la presión arterial, limpia el sistema respiratorio, oxigena la sangre, afloja los músculos y calma las tensiones. Mental y psicológicamente favorece la concentración, promueve la autoestima y estabiliza los estados de humor.
Para aprender a respirar usando el diafragma puedes realizar el siguiente ejercicio unos minutos, varias veces cada día.

Acuéstate boca arriba apoyando la cabeza en una almohada y dobla las rodillas sobre una pared, formando un ángulo de 90 grados. También puedes hacerlo sentado derecho en una silla. Una vez que manejes mejor la técnica, puedes intentarlo parado.
Para que sientas el movimiento de la respiración, sitúa una mano en la parte de arriba del pecho y la otra debajo del tórax, justo en el abdomen.
Por la nariz inhala aire lentamente durante 3 segundos más o menos hasta llenar los pulmones lo más que puedas. La mano que está en el pecho no debe moverse, mientras que la del abdomen debe subir con el movimiento.
Despacio, expulsa el aire por la boca. Procura que sean 3 segundos igual que en la inhalación. Notarás que la mano sobre tu abdomen irá bajando.
Repite los pasos anteriores durante diez minutos, unas 3 veces al día. Aumenta el tiempo de duración o la frecuencia de la práctica hasta hacerlo algo habitual.

Aprender a respirar por la nariz

Respirar por la nariz no solo nos ayudará en la oxigenación del cuerpo, sino que además nos ayudará a frenar el avance de enfermedades. Algunas de las ventajas de este tipo de respiración son:

Al respirar por la nariz garantizamos que los pulmones se llenen de aire en su totalidad proveyendo una mejor oxigenación. Mientras que respirando por la boca, el aire se quedará en la parte superior de los pulmones.
La nariz filtra y limpia el aire que respiramos a través de los vellos y las mucosidades. Con sus anticuerpos atrapa las partículas dañinas o provoca el estornudo.
Equilibra las temperaturas y humedades del aire para que al entrar en los pulmones no genere daños por el frío.
Respirar por la nariz permite una adecuada distribución de los gases del aire en los pulmones. El oxígeno pasa de los pulmones al aparato circulatorio y el dióxido de carbono de la sangre es eliminado por la expiración.
Se activan los nervios del olfato y al mismo tiempo las funciones del cerebro.
Respirar por la nariz mientras dormimos genera un mejor descanso, ya que el cuerpo recibe el oxigeno que necesita para cumplir sus funciones.

Aprender a respirar para relajarse

En la actualidad, muchas personas llevan un estilo de vida muy agitado, lo que eleva sus niveles de estrés y ansiedad. Es común ver personas perder los estribos en una discusión, constantemente preocupados o apurados, de mal humor, etc. Esto modifica el ritmo respiratorio, ya que lo hacemos aceleradamente y agitados, ingresando menos oxígeno al cuerpo. Esto puede generar enfermedades estomacales, cardíacas y depresivas que inmediatamente queremos curar con medicamentos, ignorando que la mejor medicina está en nosotros.

Aprender a respirar para relajarse será una de las mejores herramientas que podríamos tener a partir de ahora. De esta manera se tiene más autocontrol, tanto en nuestros impulsos como en otros aspectos de la vida. Se recomienda realizar un simple ejercicio de respiración diafragmática, tomando y soltando el aire lentamente, así tendrás más tiempo para relajarte. No te limites solo a este método, ya que también existen otras técnicas de respiración ideales para la relajación.

Aprender a respirar bien con yoga

El yoga es una disciplina hindú que consta de varias técnicas para alcanzar el balance y conexión entre el cuerpo y la mente. Los niveles de concentración y relajación que se logran con esta práctica, se deben principalmente a la respiración.

Respirar aplicando las técnicas del yoga mejorará tu estado de ánimo al mismo tiempo que gozarás de los beneficios de una óptima respiración. Ya que podrás sentir las buenas energías desde el mismo momento en que comienzas a respirar calmadamente.

La técnica más popular es la respiración progresiva, donde las exhalaciones son más largas que las inhalaciones. El éxito de ésta radica en el control de los impulsos instintivos del ser humano de expulsar el aire. Al hacer las exhalaciones más largas, se produce como una sensación de ahogo, cierta ansiedad y urgencia por expulsar el aire.

Cuando la persona logra controlar este instinto natural, se dice que puede conseguir la paz interior.
La mejor forma de lograr este estado de control y calma, es a través de la práctica. Los pulmones comienzan a expandirse, así como nuestra mente, permitiendo una mejor concentración para poder pensar mejor al momento de tomar decisiones.

Aprender a respirar para comer

Hoy en día son muy comunes las enfermedades estomacales ocasionadas tanto por mala alimentación, como también por las emociones y el estrés. Es por eso que aprender a respirar para comer, te puede librar de estos padecimientos.

Enfocarte en la respiración un momento antes de ingerir los alimentos, te ayudará a tranquilizarte y a disminuir el estrés. Esto te permitirá soltar la tensión que tengas acumulada en el estómago y así evitar la inflamación después de comer. También puede impedir la acidez, indigestión, el comienzo de una gastritis y hasta úlceras estomacales.

Aprender a respirar al hacer ejercicios

Respirar correctamente es la norma fija al hacer ejercicios o practicar cualquier deporte. Es la respiración la que permitirá obtener la capacidad y la resistencia necesaria para llevar a cabo un esfuerzo físico. Sin embargo, la respiración cotidiana no es igual a la requerida cuando hacemos ejercicios, debido a que al ejercitarnos la capacidad pulmonar se incrementa porque necesitamos más oxígeno.

El tipo de respiración recomendada al hacer ejercicios es la respiración abdominal, donde se expanden los pulmones y el diafragma. Se aconseja respirar siempre por la nariz, para filtrar y calentar el aire que inhalamos, y expulsar el mismo por la boca. No obstante hay ocasiones donde los ejercicios son de alta intensidad y es necesario respirar por la boca para obtener oxígeno más rápido.

Una respiración incorrecta o deficiente al hacer ejercicios podría generarte cansancio, fatiga e incluso desmayos por la falta de oxigenación al cerebro.

Aprender a respirar al correr

Saber respirar al correr es tan importante como saber el tipo de calzado que se utilizará para llevar a cabo esa carrera. Es por ello que aprender a respirar al correr ayudará a adquirir velocidad sin esforzar demasiado el cuerpo. Al mismo tiempo se evitarán esas sensaciones incómodas en el estómago o la fatiga y la necesidad de aire.
De tal manera es importante seguir las siguientes recomendaciones:

Respira desde el abdomen, no solamente con el pecho.
Realiza inhalaciones profundas asegurándote de obtener suficiente oxígeno para aumentar la resistencia, además de evitar la debilidad de los músculos y los pulmones.
Mantén abierta la boca dejando que entre aire por ambas entradas, boca y nariz. Aun así trata de efectuar las inspiraciones profundas por la nariz y expulsas por la boca.
Consigue un compás al respirar, esto te proporcionará una entrada de oxigeno constante. Por ejemplo, inspira con el pie derecho y exhala con el pie izquierdo.

Aprender a respirar nadando

Como se sabe, no se puede respirar debajo del agua, por lo que para nadar es necesario aprender a respirar. Cuando se está nadando es importante saber elegir los momentos para realizar las respiraciones, por dónde se realizan y cada cuánto.

Elegir el momento ayuda a evitar que el cuerpo se quede sin oxígeno provocando fatiga, al igual que realizar movimientos innecesarios. Mientras que escoger el orden para inhalar y exhalar por la boca o la nariz es totalmente determinante en una buena ejecución.

Cuando se está en el agua se invierten los papeles, esto quiere decir que se inhala por la boca y se exhala por la nariz. Esto se debe a que tenemos menos tiempo para inhalar y, por la boca, tendremos mayor capacidad para entrada de oxígeno. Mientras que al ser expulsado por la nariz, el aire tarda más tiempo en ser liberado por lo que se mantiene más tiempo dentro del organismo. De igual forma, la boca permanece libre para la siguiente inhalación, creando un sistema práctico y eficiente. Este método de respiración previene las posibles faltas de oxigenación del organismo (como la hipoxia) durante la realización de dicha actividad, lo que podría generar molestias al nadar, suspensión de la actividad y hasta desmayos.

Otro elemento que debemos tener en cuenta cuando vamos a nadar es la frecuencia de las respiraciones. Si bien el aire se libera poco a poco. Para aprender a respirar correctamente mientras realizamos esta actividad, debemos tomar en consideración cada cuánto tiempo es necesario inhalar oxígeno. Lo recomendable, para personas que están comenzando, es realizar una inhlación cada dos o tres brazadas. Sin embargo, este tiempo se debe ir alargando, poco a poco, llegando a ser de una inhalación cada 4 o 5 brazadas.

Aprender a respirar al hablar

Hablar es un proceso que se ve directamente afectado por la mala respiración. Los problemas del sistema respiratorio, los malos hábitos (como fumar) y la falta de control respiratorio pueden generar una distorsión del sonido por la incorrecta salida del aire. Estos fallos en la respiración pueden ser corregidos de forma práctica y fácil, tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:

Respirar profundamente. Al aprender a respirar de forma diafragmática, es decir, con profundidad, se garantizan dos cosas. La primera que el oxígeno llegue de forma correcta al cuerpo y, por lo tanto, se oxigene mejor. Y la segunda es que, mediante la respiración, se liberen las tensiones. De igual forma, se calmen los nervios y se pueda hablar de forma más coherente y pausada.
Inhalar por la nariz. La entrada del aire vía nasal protege a las cuerdas vocales, logrando con ello que se resequen menos. Genera una mejor toma de oxígeno y una mejor vocalización a la hora de hablar.
Controlar la velocidad en la que se habla. La velocidad también es una parte importante del proceso del habla. El generar un ritmo elevado de palabras por minuto, puede dificultar la correcta respiración y, por lo tanto, distorsionar el mensaje que se quiere dar. Lo mejor es hablar de forma pausada, dándole el correcto pronunciamiento de las palabras.

Cuida tu sistema respiratorio

La respiración es un proceso vital para todo ser vivo, sin embargo, la mayoría de los seres humanos no lo tomamos con la seriedad debida. Aprender a respirar de forma correcta nos garantiza un mejor desenvolvimiento en el día a día, así como mayor felicidad y menos estrés. Con una respiración plena podemos evitar enfermedades, así como también padecimientos de ciertas áreas del organismo sensibles a las emociones diarias. Respirar es vivir y debemos recordarlo.